Dejavu Brands muestra qué hay detrás de la «cata» de un perfume.
Un perfume es una mezcla de materiales odoríferos bien armonizados que en su conjunto producen una sensación agradable al olfato. Se trata de una mezcla equilibrada con la que se crea una identidad propia, única y estéticamente cuidada que les hace ser diferentes unos a otros. Para estudiar esta “identidad” diferenciadora se trabaja con la pirámide olfativa del perfume.
La pirámide olfativa nos muestra cómo se estructuran las principales notas que componen la fragancia en función del grado de volatilidad. De esta manera, la pirámide olfativa se encuentra dividida en 3 fases que a su vez están compuestas por distintos tipos de notas olfativas:
– Notas de cabeza o salida: son las responsables de la percepción que nos llevamos de un perfume al olerlo por primera vez. Generalmente, las notas de salida están formadas por componentes de menor grado de volatilidad y se caracterizan por permanecer en la piel de 10 min a 1 h.
– Notas de cuerpo o corazón: Son aquellas que permiten el desarrollo y definición del perfume, indicándonos su verdadera personalidad. Éstas se corresponden con notas de volatilidad media cuya aparición se da a partir de los 30 min desde el momento su aplicación y pueden permanecer hasta 2-3 horas.
– Notas de fondo: Es la estructura que sostiene al perfume y que le otorga su durabilidad y fijación gracias a su mayor grado de volatilidad. Son notas que dan profundidad al perfume y pueden perdurar durante días.
